Queratosis
En dermatología, existen múltiples lesiones cutáneas que cursan con un engrosamiento localizado de la piel, conocidas como queratosis. Estas lesiones pueden tener origen benigno o presentar potencial de transformación, por lo que es fundamental contar con una evaluación dermatológica adecuada para determinar su naturaleza y el mejor enfoque terapéutico.
Entre los tipos más frecuentes de queratosis, destacamos:
Queratosis seborreicas: son lesiones cutáneas benignas muy comunes, especialmente a partir de los 40 años. Se presentan como placas elevadas de color marrón o negruzco, con aspecto verrugoso o céreo, y su aparición está relacionada principalmente con factores genéticos. Aunque no representan un riesgo para la salud, pueden resultar antiestéticas o causar molestias al roce. El tratamiento de la queratosis seborreica incluye opciones como crioterapia, curetaje o láser, según el número, tamaño y localización de las lesiones.
Queratosis actínicas: también conocidas como queratosis solares, son lesiones precancerosas que aparecen en áreas expuestas al sol (rostro, cuero cabelludo, orejas, escote o antebrazos), sobre todo en personas mayores de 55 años o con fotodaño acumulado. Se caracterizan por su textura áspera, que raspa al tacto, y su aspecto rojizo o blanquecino. Dado que pueden evolucionar hacia un carcinoma cutáneo, es importante instaurar un tratamiento para la queratosis de forma precoz, que puede incluir crioterapia, cremas tópicas, terapia fotodinámica o láser.
En nuestra clínica dermatológica en Santander, realizamos un diagnóstico preciso y un tratamiento personalizado para cada tipo de queratosis, garantizando seguridad, eficacia y cuidado estético.